- Sismo de magnitud 6,0 sacude Taiwán, según USGS
- Ozempic, Mounjaro: medicamentos prometedores más allá de la obesidad
- Lula dice estar "totalmente recuperado" tras cirugía en la cabeza
- Senado de EEUU confirma por unanimidad a Marco Rubio como secretario de Estado
- "El canal es y seguirá siendo de Panamá", responde Mulino a Trump
- Cinco escenas inesperadas de la investidura de Donald Trump
- Melania Trump apuesta por un look sobrio para la investidura
- Trump acabará con políticas de diversidad y reconocerá solo dos géneros en EEUU
- En la gélida Washington, simpatizantes de Trump siguen la investidura por TV
- Argentina alcanza superávit comercial récord en 2024
- Una diócesis de Italia presenta un informe que denuncia agresiones sexuales cometidas por sacerdotes
- Trump promete una guerra de aranceles
- Principales reacciones internacionales a la investidura de Trump en EEUU
- Trump amenaza con recuperar el Canal de Panamá y rebautizar el Golfo de México
- Magnates tecnológicos protagonistas en la asunción de Trump
- Tanzania confirma un nuevo brote del virus de Marburgo
- El turismo mundial recuperó en 2024 su nivel anterior a la pandemia de covid
- Un supuesto soldado norcoreano habla de numerosas bajas en la región rusa de Kursk
- Aplazado juicio por escándalo de Odebrecht en Panamá
- Trump decretará emergencia nacional en la frontera con México
- Más de 100 muertos y miles de desplazados en 5 días de violencia en Colombia
- En la gélida Washington, los simpatizantes de Trump esperan con impaciencia
- El diario francés Le Monde suspende su actividad en X
- Cadena perpetua para el hombre que violó y asesinó a una doctora en India
- La UE y Malasia reabren sus negociaciones por un acuerdo comercial, bajo la sombra de Trump
- Biden concede indultos preventivos a posibles blancos de Trump
- El regreso de Trump reaviva el debate en Israel sobre la anexión de Cisjordania
- El ejército ruso reivindica la conquista de dos localidades en el este de Ucrania
- Juzgan a una mujer en Francia por matar de hambre a su hija de 13 años
- Dos muertos y trece heridos en un ataque de Kiev en territorio ruso ocupado
- Los candidatos presidenciales de Ecuador debaten con la mira en la lucha contra el crimen
- El vicepresidente chino pide a Elon Musk profundizar las relaciones con Pekín
- Corea del Sur reduce su proyección de crecimiento por la crisis política
- Australia invertirá 1.200 millones de dólares en aluminio "verde"
- Oxfam afirma antes de Davos que la fortuna de los multimillonarios crece cada vez más rápido
- Un adolescente británico se declara culpable del asesinato de tres niñas que desencadenó graves disturbios
- Djokovic envía un mensaje de apoyo a los estudiantes que protestan en Serbia
- Gazatíes desplazados regresan a casas en ruinas tras celebrar la tregua con Israel
- "Y.M.C.A.", el exhimno gay reutilizado por Donald Trump
- Buscan al sospechoso de explotar la mina ilegal donde murieron 87 personas en Sudáfrica
- Pedro Sánchez pide rebelarse contra "la tecnocasta" que controla las redes sociales
- Más de 80 muertos y cientos de desplazados a Venezuela por la violencia guerrillera en Colombia
- La UE abre un nuevo procedimiento contra China en la OMC por "prácticas desleales" sobre patentes
- Salvadoreños protestan contra la ley de minería de Bukele
- Valencia-Barça y Leganés-Madrid, en cuartos de final de la Copa del Rey
- Evo Morales camina entre su captura o la clandestinidad en Bolivia
- Tradicional baño de mar invernal en el sur de Rusia pese a la marea negra
- Un ataque aéreo de la junta militar de Birmania mata a 28 personas, entre ellas 9 niños
- Sánchez propone prohibir la venta de viviendas a extranjeros no europeos en España
- En EEUU, los adeptos al teletrabajo rechazan la vuelta atrás
Entre alivio y desesperación, el relato de tres mujeres bajo el régimen talibán en Afganistán
El regreso al poder de los talibanes en agosto terminó con dos décadas de conflicto en Afganistán. Pero aunque el fin de los combates fue un alivio para muchas mujeres, para otras las restricciones impuestas por los fundamentalistas multiplica su desesperación.
La AFP se adentra en la transformación de la vida de las mujeres con el nuevo régimen talibán, a través de tres historias.
- La madre -
En un pueblo ubicado en la ladera de un monte cerca de Kabul, algunos niños corren entre las casas bajas. Ahora que las tropas estadounidenses se han ido, Friba cuenta que goza de una vida tranquila.
"Antes, había aviones en el cielo y bombardeos", recuerda esa madre de tres hijos en Charikar, en la provincia de Parwan.
Para los habitantes de muchas regiones rurales, la victoria de los talibanes y la retirada de las tropas estadounidenses representó el fin de una clase política corrupta y de un sangriento conflicto con decenas de miles de víctimas.
Friba, que como muchos afganos no tiene apellido, perdió a varios familiares durante el conflicto.
"Estamos contentos de que los talibanes hayan tomado el poder y de que haya paz", explica. "Me siento más serena", insiste.
Pero aunque la seguridad ha mejorado, la mujer reconoce que sigue luchando cada día por sobrevivir.
"Pero nada cambió, absolutamente nada. No tenemos dinero", suspira.
Para salir adelante, la familia depende de pequeños trabajos agrícolas y donaciones de comida.
- La estudiante -
Zakia estaba en clase de economía en la universidad privada Kateb el 15 de agosto de 2021 cuando el profesor avisó de que los talibanes estaban ya a las puertas de Kabul.
"Mis manos empezaron a temblar. Saqué mi teléfono del bolso para llamar a mi marido (...) y se cayó varias veces", cuenta.
Desde entonces, Zakia, que estaba en tercer año de estudios en la facultad, no ha regresado a clases.
Pese a que varias universidades privadas y públicas reabrieron en algunas provincias la semana pasada, muchas estudiantes decidieron no volver.
Para Zakia, pagar la matrícula es mucho más difícil ahora ya que los talibanes redujeron de manera drástica el sueldo de su marido funcionario.
Pero lo que realmente le impidió regresar a clase fue el miedo y el pánico de su familia ante los combatientes islamistas. Desde agosto, casi no sale y prefiere quedarse en casa, con su hija pequeña y la familia de su marido.
"Piensan que voy a ser detenida y tal vez golpeada por un talibán", dice Zakia, lo que sería "una terrible vergüenza".
Con 24 años, recuerda con melancolía los años que pasó en la universidad, pese a que la guerra lastró el sistema educativo.
"Comparaba mi situación, el apoyo de mi familia, con la de personas analfabetas que no recibían ninguna educación", recuerda. "Estaba orgullosa, sentía que tenía mucha suerte", explica.
Zakia no abandonó sus sueños. Al igual que cientos de mujeres afganas, recibe una beca de "La Universidad del Pueblo", una organización internacional que ofrece cursos en línea.
Cada semana, se conecta para estudiar gestión de empresas. Las clases la mantienen ocupada, pero no le impiden preocuparse por el futuro, sobre todo el de su hija.
"¿Cómo la educaré en una sociedad así?", se pregunta, inquieta.
- La antigua empresaria -
Cada mañana, Roya solía recorrer el centro de Kabul para enseñar a bordar a decenas de alumnas. Por la noche, confeccionaba vestidos y camisas para la futura tienda que soñaba abrir con sus hijas.
Sus ingresos le permitían pagar las facturas y las matrículas de los estudios de sus niñas.
"Sé coser muy bien, todos los modelos que la gente me pedía, yo sabía hacerlos", explica en su casa de la capital afgana.
"Necesitaba salir a trabajar, ser una mujer fuerte, alimentar a mis hijos y criarlos gracias a mi trabajo de costurera", detalla.
Pero su escuela, financiada con fondos extranjeros, cerró cuando los talibanes entraron en Kabul. Desde entonces, no volvió a ver ninguna de sus alumnas.
Hoy, Roya pasa los días en casa. El hogar depende ahora de los ingresos de su marido, un vigilante que trabaja a medio tiempo por algunos dólares a la semana.
"Me siento impotente", confía. "Tengo tanto miedo que ya ni vamos a la ciudad o al mercado", explica.
Gracias a Artijaan, una empresa que ayuda las artesanas afganas, recibe a veces encargos para confeccionar manteles. Pero en las estanterías de su casa, se amontonan los vestidos y trajes de colores de los que unos meses antes, se sentía tan orgullosa.
"Estoy encerrada en casa, con todas mis esperanzas y sueños", concluye.
C.Amaral--PC